La Empresa
Fabricación Artesanal desde 1889
Los Orígenes de una Tradición
La historia de Conservas Concepción está ligada a la ciudad de Ayamonte desde finales del siglo XIX. Los primeros registros de la empresa datan de 1889, cuando Ana María Valero adquirió la primera «charanga» para la manipulación del pescado. Este local, aún en posesión de la familia Concepción, sigue siendo la sede fiscal de la empresa.
Su hijo, Antonio Concepción Valero, dejó Ayamonte en busca de materias primas en Galicia, donde permaneció durante 15 años antes de regresar con su familia.



La Consolidación en la Industria Conservera
Fue su hijo, Antonio Concepción Reboura, quien cimentó la tradición conservera de la familia. Fundó su propia empresa y comercializó la marca «Reina del Guadiana», consiguiendo que su fábrica se convirtiera en una de las más destacadas de Ayamonte. Su crecimiento permitió la creación de empleo en la región, atrayendo mano de obra de pueblos cercanos.
Además de la industria conservera, la empresa diversificó sus actividades, expandiéndose a la construcción, instalaciones salineras y la creación de una flota pesquera para garantizar el abastecimiento de su fábrica.




Evolución y Futuro: Una Empresa Familiar con Visión de Crecimiento
Tras el fallecimiento de Antonio Concepción Reboura, sus hijos tomaron las riendas del negocio, ampliando su presencia en nuevos sectores como la piscicultura, gestión inmobiliaria y distribución comercial. También adquirieron dos conserveras locales: Martín Navarro (marca «Los Miguelitos») y Pérez y Feu Tejero (marcas «Lola» y «Rita»).
En la actualidad, aquella modesta charanga se ha transformado en una moderna factoría de 4.000 m² que emplea a más de 100 personas. A pesar de su evolución tecnológica, Conservas Concepción mantiene su esencia artesanal. La empresa sigue en manos de la familia, con Antonio Concepción Jiménez y Juan Concepción Jiménez como la quinta generación al frente del negocio.
Su hijo, Antonio Concepción Valero, dejó Ayamonte en busca de materias primas en Galicia, donde permaneció durante 15 años antes de regresar con su familia.

